Puede parecer que chutar un balón, montar una figura de Lego, contar cómo le ha ido en el cole o ponerse una camiseta son tareas sencillas que todo niño realiza sin problemas.
Sin embargo, poder realizar estas actividades correctamente implica un complejo proceso a nivel del sistema nervioso central.
Este proceso es el de integración sensorial, que se define como » la recepción, procesamiento e integración de todas las sensaciones del ambiente para poder generar una respuesta acorde a las demandas y que nos haga tener éxito en la tarea».
Ejemplo de proceso de integración sensorial
En el proceso de aprendizaje de la escritura es necesario que se produzca la integración de las informaciones provenientes de:
- la mano (grosor del lápiz, material, dureza…),
- del cuerpo (posición en la silla, postura de la extremidad superior…)
- y las visuales (coordinación ojo-mano) que van a permitir al niño realizar el movimiento más ajustado para poder escribir aquello que se le pide.
Cómo saber si mi hijo tiene problemas de integración sensorial
Hay muchos signos que nos pueden indicar que hay un problema en el proceso de integración sensorial.
Cada persona es diferente y la cantidad de información que necesitamos unos y otros para que nuestra respuesta sea adecuada, también difiere.
Así, cuando hay una dificultad en el procesamiento sensorial infantil vamos a encontrar:
Niños con una fuerte reacción ante pequeños estímulos
Los estímulos suelen ser táctiles o vestibulares. Algunas de las conductas o síntomas que podemos encontrar son:
- Rechazan ciertas prendas de ropa.
- No les gusta mancharse.
- Odian caminar por arena o césped.
- Comen un número limitado de alimentos.
- No les gusta que les corten las uñas.
- Les dan miedo las alturas.
- Se marean fácilmente.
- Tienen expresiones de angustia cuando están con más gente.
- Les da mucho miedo trepar.
Niños que reaccionan poco ante grandes estímulos
Normalmente estímulos táctiles, vestibulares o propioceptivos .
Algunas conductas o sintomas que podemos encontrar en estos niños son:
- Tropiezan a menudo.
- No se enteran cuando se les llama.
- Disfrutan del movimiento.
- Explora todos los objetos a través de la boca.
- Lleva la ropa retorcida.
- Se fatiga escribiendo.
- Pueden tener dificultad en aprender a montar en bicicleta.
Recordemos que no es necesario que se den todas estas conductas y que incluso tampoco es concluyente que por el hecho de que se den estas conductas tenga que existir un trastorno del procesamiento sensorial.
Relación entre Integración sensorial y aprendizaje infantil
El procesamiento sensorial tiene un papel importantísimo en los procesos de aprendizaje.
Tener un adecuado funcionamiento de integración sensorial favorece procesos necesarios para aprender como son: la planificación y organización del pensamiento, la atención, memoria de trabajo, secuenciación, etc.
En los niños con problemas de adquisición de la lectura y/o escritura podemos encontrar perfiles con ambos funcionamientos alterados, tanto los que reaccionan desmesuradamente como los que no reaccionan.
Integración sensorial y TEA
En la mayoría de casos de Trastorno del Espectro Autista (TEA) encontramos dificultades a nivel del procesamiento sensorial.
Normalmente los niños con autismo reaccionan desmesuradamente a los estímulos de tipo táctil (no les gusta nada que les corten el pelo o las uñas).
Tienen un repertorio de alimentos que les gusta limitado (problemas de alimentación en TEA) o les cuesta mantenerse en una fila.
A su vez pueden presentar gran demanda de estímulos que les organizan: piden mucho contacto físico con sus figuras de referencia, les gusta dormir con peso encima o les encanta columpiarse, por ejemplo.
Integración sensorial y Tdah
Los niños con diagnóstico de Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) suelen presentar un perfil sensorial de hiporrespuesta a sensaciones propioceptivas y a veces, vestibulares.
Es decir, va a necesitar mucha cantidad de input sensorial para poder funcionar adecuadamente.
Estas necesidades suelen repercutir en la calidad de su atención, encontrando mucho mejor funcionamiento cuando ponen en marcha estrategias que les ayudan a cubrirlas,
Integración sensorial en niños con altas capacidades
Los niños con altas capacidades también suelen presentar necesidades particulares en su proceso de integración sensorial.
Suelen ser niños con una capacidad sensorial aumentada, más intensa.
- suelen captar información más detallada a través de sus sentidos, son mucho más conscientes, de manera que puede interferir en su funcionamiento.
- captan los ruidos ambientales y les dificulta la concentración
- pueden diferenciar muchos detalles de los sabores abrumándoles y haciéndoles más selectivos,
- pueden notar las costuras de los calcetines o etiquetas de la ropa… alterando así su funcionamiento e interacción con el entorno.
Causas del trastorno de integración sensorial
La causa concreta que ocasiona trastornos del procesamiento sensorial es desconocida.
En ocasiones, está asociado a otros diagnósticos en los que hay una alteración en el funcionamiento del sistema nervioso central: TEA, TDAH, dificultades de aprendizaje (dislexia, discalculia), PCI, etc.
Sin embargo, debemos destacar que la mayoría de trastornos del procesamiento sensorial no llevan una patología asociada.
A nivel científico se está investigando si puede haber una causa genética.
¿El trastorno sensorial se cura?
Digamos que no existe una fórmula mágica para curar el trastorno del procesamiento sensorial.
Pero podemos conseguir que el niño adquiera las estrategias necesarias que le permitan generar una respuesta adaptativa en base a las demandas del entorno.
Puede aprender estrategias de autorregulación que le permitan gestionar mejor sus necesidades sensoriales;
puede aprender a manejar mejor la información sensorial que reciben sus sistemas sensoriales, haciendo uso de aquella que es más útil en referencia al objetivo;
puede aprender a gestionar su nivel de alerta.
Tratamiento del Trastorno de Integración Sensorial
Se trata de una intervención individualizada que guía un terapeuta ocupacional.
El objetivo de las sesiones es adquirir las estrategias necesarias para que el procesamiento sensorial tenga lugar de manera adecuada, respondiendo de manera eficaz a las demandas del entorno.
Y esto, ¿cómo lo conseguimos?
Utilizando el juego como hilo conductor.
De esta forma vamos a facilitar el acceso a los estímulos sensoriales que le permitan funcionar mejor;
En el caso de presentar una respuesta de evitación, vamos a modular ese nivel de alerta a través del uso de otros estímulos que le organicen (como por ejemplo las sensaciones propioceptivas);
y vamos a facilitar que la respuesta generada ante estímulos sensoriales sea organizada y adaptativa.
Las sesiones se desarrollan en la sala de terapia ocupacional que se convierte en nuestro laboratorio.
Utilizando materiales como columpios, hamacas, licras, rocódromo, módulos, patinetes, colchonetas y cojines… vamos a crear un espacio que permita al niño obtener las sensaciones vestibulares y propioceptivas que le permitan funcionar mejor.
Para las sensaciones táctiles, utilizaremos juguetes de diferentes materiales y texturas, cajas con arena, arroz o legumbres, agua, etc.