Los problemas de escritura en los niños son frecuentes y representan uno de los tipos de dificultades del aprendizaje más habituales.
Muchas veces la causa de estas dificultades de aprendizaje en la escritura está relacionada con problemas en el desarrollo de las destrezas manipulativas necesarias para escribir.
Por ello vamos a ver cómo se aprende a escribir, qué etapas evolutivas se deben dar y qué problemas son los mas habituales en este proceso.
Cómo se aprende a escribir
Aprender a escribir es una tarea compleja que requiere una combinación simultanea de 3 factores
- Planeamiento motor: Es decir, saber qué partes del cuerpo hay que mover y cómo, cómo se debe mantener la postura para poder utilizar el brazo que escribe y como hay que coordinar el movimiento de los ojos.
- Funciones ejecutivas: aprender a descodificar los sonidos en letras, saber organizar en el papel lo que se escribe, dividir la atención entre las diferentes tareas…),
- Destrezas cognitivas: capacidad de poner atención, de memoria y de razonamiento asociados al proceso de escritura.
Con el paso del tiempo, la tarea compleja de aprender a escribir se acaba automatizando, al igual que montar en bici.
Una vez hemos aprendido a escribir no tenemos que pasar por todas las fases para recordar cómo hacerlo.
¿Cuál es el proceso del aprendizaje de la escritura?
Vamos a analizar cuál debe ser desarrollo normal en el aprendizaje de la escritura y cuáles son los principales problemas que presentan los niños cuando aprenden a escribir.
Desarrollo de las destrezas manipulativas
Hemos visto como para aprender a escribir debemos poner en marcha diferentes elementos del desarrollo motor, ejecutivo y cognitivo.
Las destrezas manipulativas incluyen el alcance, agarre y manipulación de objetos. También el uso de objetos como instrumentos para conseguir algo (por ejemplo, el uso de lápices para escribir y las tijeras para cortar).
Casi nunca recordamos el momento en que nuestros hijos empiezan a coger objetos y manipularlos. Sin embargo, es un momento crucial en su desarrollo motor.
En edad escolar es fácil observar el adecuado desarrollo de estas habilidades, pero es importante la detección temprana de cualquier problema en el desarrollo de las destrezas manipulativas ya que es uno de los requisitos fundamentales para poder escribir.
Uno de los principales problemas de escritura que tienen los niños es el agarre del lápiz, que tiene sus propias fases de desarrollo.
La evolución se produce desde el agarre inicial más rudimentario entre el primer y el segundo año de vida hasta el agarre final más sofisticado que permite la escritura correcta que se da entre los 5 y los 7 años.
Vamos a desgranar cada una de estas fases y sus correspondientes hitos asociados a la adquisición del proceso de escritura.
Fases del desarrollo de las habilidades manipulativas
Las habilidades motoras finas (como el agarre de los objetos) se desarrollan desde el vientre materno.
El niño coge su cordón umbilical, mueve los deditos, se los lleva a la boca… Y una vez nacido empiezan las etapas del desarrollo de las habilidades manipulativas necesarias para escribir.
• De 0 a 4 meses
Tu bebé moverá los brazos en dirección a estímulos visuales u objetos. El control de derecha e izquierda será el mismo, no debe haber todavía una preferencia clara.
Empieza también a coordinar los ojos con la cabeza, que será un elemento necesario para la coordinación óculo-manual.
Cogerá objetos con ambas manos en el centro de su cuerpo. Esta presa (o agarre) es refleja, por lo tanto, le será difícil soltar objetos voluntariamente.
• De los 4 a los 12 meses
Aparecen los movimientos voluntarios y el niño empezara a coger objetos primero desde un lado y después cruzando el centro de su cuerpo.
Se pasará objetos de una mano a otra. Mas o menos a los 12 meses, será capaz de coger un objeto entre pulgar e índice.
Los ojos y la cabeza los mueve coordinadamente arriba y abajo, esto le permitirá localizar visualmente un objeto y alcanzarlo con la mano
¡Un gran trabajo de planeamiento motor en este periodo!
• De 1 a 2 años
El movimiento de la extremidad superior se caracteriza por ser un movimiento global.
En torno a los 2 años, comenzamos a ver un uso preferente de una de las manos, aunque esta dominancia manual aun no estará establecida.
Será capaz de mover algunos dedos independientemente de los otros: empezará a señalar o a decir su edad.
Cuando coja alguna pintura, realizará movimientos con todo el brazo y la presa será global, con toda la mano, con el pulgar arriba.
• De 2 a 3 años
Tendrá control de equilibrio a nivel del tronco. Cuando use su extremidad superior, observaremos más movimiento a nivel del codo.
Será capaz de realizar actividades bimanuales (una sujeta y la otra se mueve).
Cuando pinte, cogerá la pintura con todos sus dedos apuntando al papel.
Empezará a imitar los dibujos de figuras geométricas, después de ver como se hacen.
• De 3 a 4 años
Tu hijo ya tiene una preferencia clara por el uso de una de sus manos, aunque aún le verás cambiar alguna que otra vez, sobre todo porque aún se cansa pronto. Normalmente cuando dibuje, optará por su mano preferente.
A los 4 años ya cogerá el lápiz con una presa en trípode, algo inmadura pero que ya se acerca a la presa más común de la escritura.
Será capaz de usar las tijeras también, pero en una sola dirección (es decir, que para recortar tendrá que mover el papel).
• De 4 a 5 años
Aumentan los movimientos de dedos y muñeca de manera más fluida.
La preferencia manual ya es más consistente, por lo tanto, se verá mayor destreza en la mano dominante.
Será capaz de pintar sin salirse, recortar orientando las tijeras y no el papel.
• De 5 a 6 años
La dominancia manual ya está definida. Una mano será la dominante y la otra la asistente. Observaremos los movimientos mucho más espontáneos, fluidos y automáticos.
La escritura empieza a ser más pequeña, continua y fluida, esto indica una gran dominancia manipulativa
Todas estas etapas deben darse de manera adecuada para permitir que la manera en la que los niños cojan el lápiz sea lo más eficaz posible y se eviten problemas de escritura posteriores
Es preciso que, para tener una escritura óptima, se den una serie de requisitos relacionados con el movimiento, la postura y el equilibrio.
Si se produce algún desajuste en alguna de estas habilidades motoras finas tendrán lugar los problemas de aprendizaje de la escritura.
RESUMEN HABILIDADES MOTORAS FINAS NECESARIAS PARA LA ESCRITURA
- Coordinación óculo-manual: por un lado, necesitamos que los ojos y la cabeza se coordinen para, por ejemplo, cambiar rápidamente la mirada del papel a la pizarra y no perdernos. Y por otro, que los ojos y la mano vayan a la par, para que la escritura sea precisa.
- Estabilidad y equilibrio del tronco: para que los brazos y manos se puedan mover con libertad mientras escribimos, necesitamos un tronco activo, en el que la musculatura abdominal y la de la espalda trabajen coordinadamente.
- Cruce de la línea media: es preciso que podamos cruzar con nuestra mano la parte central del cuerpo y realizar los mismos movimientos en ambos lados.
- Pinza terminal y movimientos disociados: es necesaria la capacidad de mover dedos y articulaciones del brazo a nuestro antojo, combinar diferentes posiciones y movimientos sin que aparezca fatiga.
- Uso bimanual: la coordinación entre nuestras dos extremidades es necesaria, por ejemplo, necesitamos que a la vez que una mano escriba, la otra sujete el papel.
Tipos de problemas al aprender a escribir
Dificultades físicas
Concretamente nos encontramos con dos tipos de dificultades específicas en el aprendizaje de la escritura:
- Realiza una presa o agarre ineficaz del lapiz
- Aprieta mucho al escribir
- No puede apretar nada
- La letra es muy pequeña e ilegible
- Se inclina hacia un lado mientras escribe
- Se cansa muy rápidamente
- No sujeta el papel con la mano libre
Dificultades perceptivas
- Se inclina mucho al escribir
- No separa las palabras
- Se confunde o mezcla mayúsculas y minúsculas
- Invierte algunas letras
- Omite letras
Problemas para coger bien el lápiz
Una de las preocupaciones asociadas a las dificultades de aprendizaje en la escritura, es saber si tu hijo coge bien el lápiz a la hora de escribir.
Existe una manera ideal de coger el lápiz, si bien es cierto que algunas variantes son también eficaces.
Algunos estudios indican que los diferentes tipos de agarres del lápiz no influyen en la fuerza de prensión y movimiento, lo que sí alteran es la legibilidad (forma de la letra y por lo tanto si se puede entender o no) y la velocidad de ejecución.
Si detectas algún patrón incorrecto en el agarre del lápiz puede ser conveniente intervenir para modificar estos patrones.
Cuál es la manera de coger bien el lápiz
- Se coge con la punta de los dedos, permitiendo movimientos muy finos. La fuerza debe ser la justa que permita la sujeción y manejo del lápiz, ¡esta es la parte difícil!
- Los dedos que agarran el lápiz son el pulgar e índice y este descansa sobre el corazón.
- El anular y meñique se flexionan hacia la palma, para dar estabilidad. Digamos que tenemos que ver a todos los dedos como en posición de abanico.
Hay ocasiones en que aprender a escribir se vuelve un trabajo complicado. Echa un vistazo a las diferentes actividades que ayudan a mejorar los problemas de escritura.
Cada niño tiene su proceso para aprender a escribir y sus ritmos. Te proponemos esta serie de juegos para aprender a escribir que pueden ayudarte en el proceso.
Pero, si tu hijo se salta alguna etapa, tiene problemas en su escritura o simplemente tienes dudas e inquietudes, te recomendamos consultar a un especialista en Terapia Ocupacional infantil para que te asesore